Blog

En las últimas semanas hemos conocido la situación a la que se enfrentan miles de mujeres andaluzas respecto a su salud. Según datos publicados por El País, más de 2.000 mujeres, como dato oficial ofrecido por la administración, quedaron sin notificación ni revisión tras haberse realizado mamografías clasificadas como “no concluyentes”.[1] Algunas de estas mamografías se venían realizando desde el año 2023, habiendo sido detectado algún aspecto revisable y no habiendo sido informadas las pacientes que lo sufrían hasta 2025. Muchas de estas mujeres tuvieron que enfrentar su diagnóstico en fases avanzadas, cuando, en algunos casos, la enfermedad ya se encontraba en fase de metástasis.

Este error ha sido reconocido por la propia Junta de Andalucía después de una serie de declaraciones que han generado indignación y un fuerte rechazo social, lo que ha planteado una importante cuestión: ¿qué sociedad nos espera cuando el sistema de salud pública pierde soporte institucional frente a la sanidad privada?

Durante los últimos años, hemos observado un incremento de la financiación pública destinada a conciertos con entidades privadas. Según cifras publicadas por eldiario.es, la inversión en derivaciones y contratos con clínicas concertadas ha crecido de forma constante, mientras los presupuestos para la sanidad pública se han mantenido estancados.[2] Este desequilibrio afecta a servicios esenciales, lo que provoca una pérdida progresiva de la calidad en la asistencia en el sistema público. Por ello, programas como el de detección precoz de cáncer de mama, se han visto afectados ante la falta de personal y la escasez de recursos.

Este es un ejemplo de cómo la debilitación de la sanidad pública tiene consecuencias directas sobre las mujeres, siendo un ejemplo más entre los datos que demuestran que los recortes en salud pública amplían las brechas de género y colocan a las mujeres en una posición de mayor vulnerabilidad sanitaria y social. 

Según el Ministerio de Sanidad, las mujeres realizan un 25 % más de consultas médicas que los hombres y consumen un 30 % más de tratamientos crónicos, lo que demuestra que cualquier reducción de recursos o aumento de tiempos de espera tiene un imparto mayor en ellas.[3] Con ello no queremos decir que las mujeres son más propensas a sufrir enfermedades, sino que se tiende a procrastinar los autocuidados en favor del cuidado ajeno, siendo más probable que las enfermedades se vuelvan crónicas.

En lo que respecta al mundo laboral, las mujeres presentan un 33 % más de bajas médicas que los hombres, Según Randstad Research, y su duración media es mayor.[4] Esto está ligado a las cargas de cuidado, ya que más del 37 % de las mujeres asumen solas la atención a hijas e hijos o personas dependientes.[5]

Cuando el sistema público no garantiza una atención suficiente, la sobrecarga se traduce en agotamiento, menor productividad y pérdida de talento. El Banco de España estima que este absentismo femenino asociado a problemas de salud y cuidados supone una pérdida del 1,3 % del PIB anual[6].

No prestar un servicio médico de calidad no solo afecta de forma directa a las mujeres, es un freno al desarrollo social y económico. Las empresas pueden contribuir a revertir esta realidad apoyando políticas de prevención, bienestar laboral y corresponsabilidad. Apostar por la salud gratuita y universal no es un gasto, es una inversión en futuro.


[1] Castillo, M. (2025, 4 semanas antes). La sanidad andaluza no informó al menos a 2.000 mujeres andaluzas de que podían estar sufriendo cáncer de mama “por un error”. El País. https://elpais.com/expres/2025-10-03/la-sanidad-andaluza-no-informo-al-menos-2000-mujeres-andaluzas-de-que-podian-estar-sufriendo-cancer-de-mama-por-un-error.html

[2] Sánchez, L. (2024). Andalucía destina 120 millones más en contratos a dedo para derivar pacientes a clínicas privadas. eldiario.es. https://www.eldiario.es/andalucia/andalucia-destina-120-millones-contratos-dedo-derivar-pacientes-clinicas-privadas_1_10944031.html

[3] Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. (2016). Mujeres y hombres en España 2015. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. https://www.inmujeres.gob.es/MujerCifras/MujeresHombresEspana/docs/mujeresyhombres2016.pdf

[4] Elizalde, I. (2025, 11 jun.). La doble jornada laboral pasa factura a las mujeres: sufren un 33 % más de bajas. Artículo 14. https://www.articulo14.es/economia/la-doble-jornada-laboral-pasa-factura-a-las-mujeres-sufren-un-33-mas-de-bajas-20250611.html

[5] Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. (s. f.). Sala de prensa | Notas de prensa. https://www.sanidad.gob.es/fr/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/NotasdePrensa.html

[6] Medina-Garrido, J. A., Biedma-Ferrer, J. M., & Sánchez-Ortiz, J. (2023). I Can’t Go to Work Tomorrow! Work-Family Policies, Well-Being and Absenteeism [Pre-print]. arXiv. https://arxiv.org/abs/2401.13678

Artículos relacionados

Más allá del dolor del parto.

Artículo escrito por: Stella Díaz, Consultora de Igualdad. Conocer el testimonio de nuestras madres sobre nuestro nacimiento, así como el de nuestras hermanas o hermanos, si

Leer más »